La palabra hebrea Sheminí significa “octavo” o “el octavo”. Deriva de la raíz sh’moneh (שְׁמוֹנֶה), que significa ocho. En el contexto bíblico, Sheminí hace referencia al octavo día, especialmente significativo en varias celebraciones y rituales, como el cierre de la festividad de Sucot (Sheminí Atzeret), el día de consagración de los sacerdotes (Levítico 9), o la circuncisión del varón al octavo día.
Sinónimos:
- Octavo día
- Día de consagración
- Día de culminación
- Día de nuevo comienzo
“Y sucedió que al octavo día, Moisés llamó a Aarón y a sus hijos, y a los ancianos de Israel.”
— Levítico 9:1
Este versículo marca el comienzo del servicio sacerdotal tras siete días de preparación, mostrando el “octavo día” como un día de manifestación y plenitud.
Importancia espiritual:
Sheminí simboliza un nuevo comienzo, un nivel más elevado de santidad y comunión con el Eterno. Después de un ciclo completo de siete (número de plenitud), el octavo día representa lo que va más allá de lo natural: lo eterno, lo celestial, lo consagrado. En Sheminí, el pueblo de Israel experimentó la manifestación gloriosa de la Presencia Divina. Espiritualmente, nos invita a vivir una vida más allá de lo cotidiano, consagrada al propósito divino.
Oración sugerida:
“Abba Kadosh, gracias por llevarme más allá del ciclo natural hacia un tiempo nuevo y consagrado para Ti. Que así como Sheminí marcó un nuevo inicio para los sacerdotes y Tu gloria descendió, también mi vida entre en una nueva dimensión de intimidad y servicio. Llévame a caminar en Tu presencia con corazón puro y propósito eterno. En el nombre de Yeshúa, Amén.”