Afar significa “polvo” o “tierra seca” en hebreo. Es una palabra usada frecuentemente en las Escrituras para referirse tanto al material del que fue formado el ser humano como al estado de humildad, fragilidad o mortalidad.
Sinónimos:
- Polvo
- Tierra
- Ceniza (en contexto de humildad o luto)
- Suelo
“Con el sudor de tu rostro comerás el pan hasta que vuelvas a la tierra (afar), porque de ella fuiste tomado; pues polvo eres y al polvo volverás.”
— Génesis 3:19
Importancia espiritual:
Afar simboliza la naturaleza humilde y pasajera del ser humano. Recordar que fuimos hechos del polvo y que a él volveremos nos conecta con una actitud de reverencia, dependencia del Creador y una visión eterna. También es usado en contextos de duelo, arrepentimiento o humillación voluntaria ante el Eterno.
Espiritualmente, el “polvo” nos recuerda que la verdadera vida no está en lo material o terrenal, sino en el aliento (ruaj) que el Eterno puso dentro de nosotros. Esta palabra nos invita a vivir con humildad y propósito.